viernes, 7 de octubre de 2016

Informe especial sobre femicidios, por Gabriel Zas



Violencia de género: un mal que no cesa


5 femicidios en menos de una semana en Mendoza y Capital Federal, respectivamente, y el más avanzado y escabroso, a la vez, es el de Janet Zapata, muerta en manos de un sicario por expreso pedido de su marido, que abonó una suma total de $15.000 por su crimen. Y lo más escalofriante es que él mismo fingió ante las cámaras llantosa y preocupación. y se sumó al pedido de aparición de su esposa con vida. 

Volviendo el tiempo un poco más atrás, el caso de Claudia Schaefer muerta a manos de su ex marido, Fernando Farré (será juzgado por un tribunal civil en 2017), en un country de Pilar en medio de una audiencia por la división de bienes, culminó con un descontento masivo después de que se conocieran  las inusuales pero, a la vez, manifiestas circunstancias que rodean el hecho y dejan a cara descubierta la verdadera personalidad de un monstruo que tenía, aparentemente según las pericias, todo pensado y planificado con antelación y una serie de mails enviados a un estudio de abogados es la pieza fundamental de la cuestión y que confirmaría dicha hipótesis. El hombre cometió un femicidio y punto, y no hay excusa que le valga y lo exonere. Anterior a este episodio, hubieron otros que,  también, despertaron el malestar de la sociedad: Uno sucedió en Manzanares, en donde después del crimen el asesino, ex pareja de la víctima, escapó tranquilamente en una bicicleta. En Villa Urquiza se conoció otro hecho que involucró a un menor de 16 años que asesinó impiedosamente a su hermana mayor de 24 años, entre otros incidentes aberrantes atravesados por el mismo factor ¿El odio? ¿La discriminación por el hecho de ser simplemente una mujer? ¿La emoción violenta? ¿Los celos? Lo cierto es que todas estas peripecias generan una irritación masiva, más aún cuando la justicia beneficia al agresor y no brinda las respuestas necesarias ni imparte el castigo propio para esta clasificación de delitos.

Después del homicidio de Chiara, la joven de 14 años que fue muerta a manos de su ex novio de 16 y enterrada en el patio de su casa, personalidades de diferentes ámbitos se convocaron vía twitter y Facebook para llevar adelante una manifestación que tuvo lugar el pasado 3 de junio y fue desde la plaza del Congreso hasta la puerta del Consejo Nacional de las Mujeres para expresar el malestar contra la violencia de género y exigir que se haga algo al respecto para ponerle fin a este drama, según informaron varias fuentes.  Además reclamaron, y lo vienen haciendo desde hace un tiempo con resultados ampliamente negativos,  que se “implemente la ley 26.485 de protección integral a las mujeres, sancionada desde hace ya más de 5 años.”        
        
Otras víctimas registradas son mujeres de diferentes edades, pero la provincia de Córdoba acarrea los datos más preocupantes porque allá las damnificadas son, en su mayoría, adolescentes de entre 15 y 16 años atacadas por sus ex novios quienes oscilan entre los 18 y 22 años, a excepción de un caso donde el agresor tiene 16, quien tras una pelea arrojó a la chica por un barranco, por lo que  salvó su vida de milagro porque apenas sufrió heridas leves, lo que motivó a que, al menos cinco  jóvenes de entre las edades mencionadas antes, ahora salgan a la calle con el botón anti pánico encima, según publicó diario “La Nación”.  
               
Indiscutiblemente hay un problema social grave al que nadie atiende. En Argentina, cada 30 horas muere una mujer a manos de su ex pareja, novio actual o futuro. Las cifras son alarmantes y nadie está exento de este grave déficit que es preocupante. Están fallando un montón de factores, empezando por la justicia misma que en vez de defender a las víctimas, las culpa y defiende a los agresores, que en cuestión de horas están libres otra vez. Las mujeres tienen derecho a vivir en paz. La violencia no es sólo física, sino también moral y psíquica. Esto va desde insultos hasta humillaciones en público. 

Y lo cierto es que nadie denuncia estos delitos porque: Primero las mujeres tienen miedo, aunque cuando se anima a una, el resto se empieza a animar de a poco. Y segundo porque la justicia no castiga estos delitos porque son menores, cuando en realidad es tan grave como una muerte. Entonces, claro está que la mujer se siente desprotegida y no tiene a quien recurrir, más que a un centro de asistencia psicológica o centros sobre la mujer, aunque dichos organismos no tienen el aval legal de actuar, sino sólo sirve de apoyo terapéutico e informativo, en algunos casos.      
         
            Pero esto no sólo pasa en Argentina. Según datos estadísticos, en México entre 2007 y 2012 se registraron 6174 casos de violencia familar, en donde el 69 % de las víctimas son mujeres. El 54 % de las damnificadas son mujeres de entre 16 y 28 años. 15 % fueron niñas por debajo de los 5 años. Un 8 % más corresponde a niñas de entre 6 y 9 años. Y el 22 % restante acusaron tener entre 10 y 15 años. Los estudios revelaron, a su vez, que las extremidades inferiores son las zonas más afectadas en esta clase de prácticas, a lo que le siguen las extremidades superiores y finalmente y en último lugar, la cara, que recibe el porcentaje menor de lesiones físicas.     
     
Los números hablan por sí solos. En Argentina, en 2012, 255 mujeres fueron víctimas de femicidio, una totalidad que abarca tanto a niñas como a mujeres. Esto desemboca en que alrededor de 357 chicos quedaron sin madre, un efecto colateral totalmente alarmante. También se desprende que de las 255 mujeres, 70 fueron asesinadas en su propio hogar; 68, en la casa que compartían con el agresor; y 24, en la vía pública. Paralelamente a estos datos, hay que agregar la desaparición de 7 mujeres, ocurridas entre el 2004 y 2011 con antecedentes de violencia de género. Este año 2015 parece superar con creces éstas cifras y a nadie parece importarle. Es tristemente dramático. Alguien tiene que responder por eso.

Alrededor de hace 6 años atrás se estableció una ley que regule y castigue este tipo de accionar salvaje, que los prevenga y erradique. Pero la figura penal del femicidio todavía no entró en vigencia y hoy en día se sigue luchando para obtener resultados favorables, pese a que el femicidio está expresamente contemplado en el Código Penal Nacional. 

La marcha “Ni una menos” no ofreció cambios en el sistema y a tres meses de que se hiciera los femicidios se incrementaron con creces, ya que hay muchos más casos de los que se conocen a través de los medios, y exigen que la justicia actúe severamente y que ofrezcan datos oficiales sobre estadísticas de violencia de género ya que no hubo cifras oficiales brindadas este año. La lucha se hace interminable.  

          El 3 de junio último (a un año exacto de la primera marcha) se convocó a una nueva movilización de #NiUnaMenos, cuya iniciativa fue incentivada por la muerte de una nena de 12 años de nombre Micaela. Lo que suscitó esta alternativa también fue la lista infinita de femicidios que se registraron posterior a la primera marcha realizada el 3 de junio pasado y que hasta hoy, 7 de octubre de 2016, se sigue renovando con casos perturbadores y totalmente incomprensibles. 

En Mar del plata, durante una marcha en 2015, se produjeron tres femicidios, dos en esa localidad balnearia y otro en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires. Además, una mujer también pidió ayuda a través de los medios para evitar su femicidio porque tiene miedo de su ex pareja e hizo el pedido en el marco en donde se produjeron 7 femicidios en menos de una semana. La provincia de Santa Fe, a su vez, no está excenta de estas cuestiones. A continuación, una lista con los crímenes allí registrados:

"Respecto a Julio, fue público que en Santa Fe capital, el 17 falleció Silvina C. (23) y Dalma el día 25 en Rosario.

Para el 27 agosto se contabilizó en Rosario la muerte de Brenda P. y de una víctima que no logramos identificar el 30, en Máximo Paz.

Sobre septiembre, el 13 en Rosario, Claudia V. (24); el 19 en Rosario, fue el caso de la menor (5 meses) asesinada a golpes; y el 26 en Santa Fe Capital, Coty O. (59).

Por último, en octubre el 10 mataron a Beatriz G. (55) en Santa Fe capital."

Todavía no se oficializaron datos representativos referidos al tema en lo que va de éste año. La lucha se torna inagotable y cambiar eso depende pura y exclusivamente de todos nosotros. 

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