viernes, 27 de mayo de 2016

Entrevista exclusiva a Willy Quiroga, cantante de Vox Dei, por Gabriel Zas y Constanza Iglesias


Entrevista

Willy Quiroga: “El problema que se nos presenta a nosotros en un recital es decidir qué tema no vamos a tocar”

Cantante, bajista y compositor de Vox Dei, habló de todo un poco. Refirió sobre el anterior y el actual momento que atraviesa la banda; sobre sus orígenes; su relación con la música y sus compromisos, en una conversación reveladora

 

La entrevista se pactó para las 16:30 pero el entusiasmo por dialogar con un hito del rock argentino obligó a apersonarse en La Nave estudios casi una hora antes. La espera se hizo interminable pero finalmente se llegó hasta la oficina central, ubicada en el 4to. Piso de Ayacucho 490. Quien recibió fue el director, que notificó que el señor Quiroga todavía no había arribado al edificio. Unos cinco minutos más tarde el artista llegó en compañía de su manager. Después de los saludos de rigor, se accedió a una oficina particular en la que se desarrolló la conversación

 

¿Cómo nació su pasión e interés por la música? Usted comenzó de muy joven

En realidad, no se sabe muy bien cuándo comenzó. Yo creo que fue cuando estaba la radio todo el día encendida en mi casa. Se escuchaba permanentemente y a toda hora. Era una compañía más, una persona más, un integrante de la familia. Y empecé a imitar a los que sonaban por ese entonces: Bill Halley y Elvis Presley. Agarraba y los imitaba, ¿viste? Cosas de pibe. También anterior a todo esto, oía tango y folclore, que por ésa época estaban muy de moda. Fue un período de transición muy importante para estos dos géneros, que todavía hoy los escucho y me apasionan. A los 12 años comencé a seguir a Los Plateros, que era un conjunto vocal, me volvía loco escucharlos. Y a los 17 me compré mi primera guitarra. Se la adquirí a un pobre hombre pasado de copas, que la maltrataba, la golpeaba… Y un día me animé y le dije: “La va a romper. Yo se la compro, si usted no se ofende. Quiero aprender a tocar. ¿Cuánto quiere?”, y me respondió que se conformaba con comprarse una botella de vino. Uno no sabe qué pequeñas o grandes cosas te van a llevar a ciertos lugares. Nunca imaginé que ésta transacción me iba a traer hasta acá, 59 años después. Con Vox Dei me inicié a los 27, diez años después. No considero mi vida sin la música. Por eso digo que es difícil decir cuándo comencé con esto. 

 

Además agregó en una misma línea de opinión que cuando ya estaban instituidos como Vox Dei, allegados y amigos lo indagaron sobre dónde había estudiado canto, y respondió contundente y sincero que nunca tomó clases. A su vez añadió: “Yo me considero autodidacta. Tengo buena memoria, además. A mí me enseñaron dos o tres tonos con la guitarra y ahí enseguida con unos amigos formamos un conjunto folclórico, en el que cantábamos a cuatro voces, que es algo muy lindo la interpretación a voces diferentes. Pero, la realidad es que no sé de dónde nació el afán de dedicarme a la música. Yo pienso que algo genético debe haber, sino no se explica”

 

¿Qué diferencias percibe entre el Vox Dei de antes, que trazó toda una historia importante, y el de ahora?

Yo no le quito mérito al anterior porque fue fundacional y fue una banda que, junto a Almendra, Manal y Los Gatos marcó una historia asociada a la identidad propia de cada conjunto. Ninguna de estas bandas que nombré se parecen en nada. Y después vino Arco Iris, que tampoco se asemejó en nada a nosotros. Apareció Sui Géneris más tarde, también con lo suyo. En cuanto a hoy… Nosotros teníamos en los sesenta conocimientos sobre música muy rudimentarios. Hoy tales conocimientos son preparaciones. Tenemos otras formas de resolver muchas cosas. Antes ésa posibilidad era muy limitada; son cosas que el tiempo te va enseñando y vos vas aprendiendo, y está muy bueno eso. Después, el sonido que practicamos en el presente se ajusta a éste tiempo, es muy actual. Es una eufonía de una banda vigente. Y hay otras cuestiones que están referidas directamente a los integrantes. Por ejemplo, nosotros con Gardellini estamos desde el año 92. Y Simón no ha estado siempre, porque estaba Rubén Basanto en la batería, pero cuando él necesitaba alguien que lo reemplazara porque iba a cantar, lo llamaba a Simón. Después tocó con Lerner y con varios más, pero es como si no se hubiese ido. Lo importante en un conjunto es la permanencia, y creo que ésta es la razón por la que la gente insiste en querer seguir escuchándonos. El público quiere escucharnos y quiere escuchar las canciones clásicas, siempre. Eso es lo que la audiencia espera de nosotros y es lo que va a encontrar. Y va a encontrar, además, a una banda súper activa. Se van a divertir mucho y nosotros también nos divertimos y la pasamos bien, porque cuando el público es feliz nosotros somos felices. Si nos mantenemos hace 49 años, es por la gente.

 

¿Cómo vivió la experiencia de festejar los 30 años de la banda, en 1997, junto a grandes artistas como Andrés Calamaro y Alejandro Lerner, por ejemplo?

Fue interesante. En ése show grabamos por tercera vez La biblia. Es un disco que tiene cuatro ediciones. Y ésa vez fue especial porque tocamos junto a Calamaro y a Fito Páez también. Estábamos grabando y Alejandro (Lerner) pasaba y miraba, pasaba y miraba, se hacía el distraído y miraba. Y lo paré y me acuerdo que le pregunté: “¿Vas a venir a tocar?” y él me respondió que nunca más lo invité. Entonces, ahí surgió, puso sus teclados, su profesionalidad y sobre todo, su entusiasmo. Lo de Calamaro fue una genialidad porque cuando en un medio le preguntaron sobre la experiencia de tocar junto a nosotros, él contestó: “Es como si me hubiese preparado toda la vida para tocar junto a Vox Dei”. Es un groso. Y Fito también. Cuando le propusimos la idea, la aceptó de muy buen gusto y hasta nos facilitó su estudio. Grabamos en el estudio de grabación de él, y estaba re contento. La biblia es un álbum que nos ha dado millones de satisfacciones. Está la versión de Soda Stereo, la del Unplugged, y que yo sé que la tocaron en varios lados más. Tal es así que, por ejemplo,  que en México la gente se pensaba que ése era un tema de ellos. Después de enteraron por los mismos integrantes, por Cerati o por Zeta Bossio, que era un tema nuestro. Y así nos buscaron y muchos nos empezaron a seguir. Y Soda logró otra cosa muy importante: aparentemente, MTV no tenía ni el mínimo interés en Vox Dei. Sin embargo y gracias a ellos entramos a MTV.

 

¿Cuál es su opinión respecto de las bandas actuales?

De ahora, escucho varias porque hay muchas que son buenas. Yo trato de ser claro en este punto: cuando nosotros empezamos, como no había un parámetro que nos midiera, cada uno agarró para un lado diferente. Nosotros tomamos una dirección; Almendra otra, y Maral otra completamente distinta. Y era fácil tener un rostro propio. Hoy en día es muy difícil que una banda se pueda destacar, porque hay una diversidad impensada de bandas, y desgraciadamente hay muchas que hacen imitación barata de otras populares. Cuando me piden consejos, yo le recomiendo que busquen una identidad propia, porque si no lo hacen pierden el tiempo. Podrán tocar pero nunca van a trascender. Eso es lo que pasa: hay tantas bandas que suenan igual, que hasta yo me confundo. Pienso que es una y en realidad nada que ver. Lo importante es que el movimiento del rock se hizo fuerte, que hay muchas bandas, que resistió el paso del tiempo y nunca se cayó.

 

¿Por qué cree usted que el movimiento del rock se hizo tan fuerte en Argentina y se mantiene vivo?

Porque en su momento fue revolucionario, fue lo que le cambió el rostro al país. Antes de que apareciese el rock era todo gris: las mujeres no podían usar jeans ni fumar en la calle porque la tomaban como una chica ligera. Entonces el rock fue modificando notablemente todo eso. Hoy un chico está colgando con un candado en la oreja y es lo más natural del mundo. En aquéllas épocas estas cosas no existían. Pero se lograron porque el rock luchó por ésas libertades y derechos. Ahora hay que ver cómo se usa todo eso: si hacés apología o si realmente producís un tema que hable de paz, amor, del medio ambiente, que reflexione sobre cuestiones que nos afectan a todos… Pero es como todo, ¿no?

 

¿Qué se va a escuchar en el nuevo disco que están preparando y cómo viene la agenda para lo que resta del año?

Se va a escuchar lo nuevo que estamos pensando en estos momentos, todo lo que nos motiva y nos pasa en estos días. Pero no va a estar muy lejos de todo lo que nosotros cavilamos. Son canciones de esperanza, principalmente, porque sabemos que el mundo lo cuidan poco y si no lo cuidamos nosotros, que es nuestra casa, estamos sonados. Ahora se viene un show en La Trastienda y estamos preparando lo que prepara cualquier banda que tiene 49 años de trayectoria. La gente espera que toquemos todos nuestros éxitos y clásicos, y vamos a hacer eso. Pero el problema que se nos presenta a nosotros en un recital es decidir qué temas no vamos a tocar porque tenemos muchos y la gente los quiere escuchar todos. Sacando las cuatro grabaciones de La biblia, tenemos quince o dieciséis álbumes, lo que implica ciento y pico de canciones. Entonces es complicado definir cuál vas a dejar afuera. Y más allá de eso, estamos tocando todos los fines de semana, siempre en diferentes lugares. Tenemos un 2016, afortunadamente, muy cargado, y eso nos pone muy contentos.
 
Además el artista opinó sobre Gustavo Cerati y otros íconos del rock nacional. Enterate qué dijo clickeando el siguiente archivo.
 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario