martes, 31 de mayo de 2016

La crónica de ayer, la no ficción de hoy (opinión), por Gabriel Zas

La no ficción es un género literario híbrido que mezcla la crónica y el periodismo de investigación en una estructura uniforme, y es publicado y editado bajo el formato de novela con todo lo que ello implica. Aunque muchos sostienen que no tiene ninguna vinculación con lo que se llamó “nuevo periodismo” durante la década del 60, en lo personal creo que sí. Es más, me atrevo a afirmar que el “nuevo periodismo” sufrió transformaciones gramaticales, estructurales y literarias cuyas ramificaciones dieron origen al género de “no ficción”. El nuevo periodismo consistía en el relato frío de un hecho narrado en prosa, y en donde el periodista se metía en la psicología del personaje y relataba los sucesos desde un lugar totalmente exento a su profesión. De hecho, ellos no se consideraban periodistas sino literarios.



            Personalmente sostengo que el fundador de tal género, el que dio el puntapié inicial en esta clase de textos, fue Gabriel García Márquez con su obra “Relato de un náufrago”, publicada en 1955 en veinte entregas en un periódico y posteriormente copilada en un único libro, tal como lo conocemos hoy en día. Hay quienes en cambio arguyen que su creador fue Rodolfo Walsh con su libro “Operación masacre” publicado en 1957. Pero, en mi opinión personal, reitero, atribuyo la creación del género a Gabriel Garcia Márquez. Sin embargo, existe un tercer grupo de personas que sostiene que su creador fue Edgar Allan Poe, ya que tomaba casos de la realidad y si no disponían de una solución concreta, él le inventaba una, o sea, le concebía una solución al hecho en sí y lo publicaba en una sección del diario.



Paralelamente, la obra del Colombiano mencionada y “¿Quién mató a Rosendo?” de Rodolfo Walsh guardan un estrecho paralelismo ya que ambas fueron publicadas en diversas entregas antes de ser aglomeradas en una antología.
            El género de “no ficción” vendría un poco a contraponerse a lo que es el género de “ficción” ya que en lo personal pienso que dicha variedad es una aproximación a lo real, a la realidad en sí misma, un intento de representarla bajo un aspecto distorsionado y metaforizado, si se me permiten mencionar estos adjetivos. La novela de “no ficción”, en cambio, muestra una realidad que sucedió, motivada por una investigación periodística exhaustiva. En la ficción, los hechos y personajes son una fantasía de su autor. En la “no ficción”, todo lo contrario.




            Aludiendo un poco a la crónica, y con esto cierro, antes era un relato cronológico de un suceso. Hoy creo que se trata de contar con recursos literarios una historia, la historia de algo o de alguien, una historia de la que a su vez puedan desprenderse otras diferentes, y organizada bajo la apariencia de una estructura libre, tanto gramatical como periodísticamente. Creo que la crónica de ayer es, de algún modo, el género de “no ficción” de hoy.

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