EL DESAFÍO DE ESCRIBIR CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Antiguamente, se disponía una regla general para redactar en gráfica que todo periodista debía respetar rigurosa y caprichosamente: el uso indiscriminado de las 5w (por sus siglas en inglés, what, were, where, why y whole). En español, refencia a las cinco preguntas básicas a la que debemos asistir cuando nos encontramos frente a cualquier hecho de cualquier naturaleza: qué, por qué, quién, dónde y cuándo. Cualquier persona, por más curiosa que resulte o no, inevitablemente esquematiza en su mente este planteo arbitrario. Sin embargo, en el periodismo es difícilmente claro responder al por qué. De hecho, hay situaciones que suceden y no hay una explicación exacta que justifique porqué se llevó a cabo dicha acción. Contrariamente, sea cual sea ésa situación, la misma conlleva una cadena de mecanismos impulsados por una motivación determinada que desembocan en un proceso de producción sistemático, es decir, el cómo.
Los periódicos en papel respondían a estas cinco preguntas básicas (o seis, si el porqué estaba explícito) en la entrada del primer párrafo (llamado copete), con una extensión máxima permitida de tres a cuatro líneas. Luego, el resto de la información se iba disgregando por relevancia de los hechos en pequeños párrafos que no superaran las cinco líneas. Y si la noticia tratada tenía vínculos directos con una anterior, se recurría a una especie de resumen sobre ésa nota plasmada dentro de la inquisición nueva a modo de ubicar al lector en tiempo y espacio específicos, y situarlo en un contexto y planos determinados (el nombre técnico de este exhorto es background). Hoy de eso no queda nada. Es un vago recuerdo que de a poco ingresa en una nebulosa arrastrada y desechada a un container de herramientas obsoletas, aunque cabe destacar que algunos medios, un ínfimo porcentaje de ellos, todavía mantiene viva ésta técnica.
Este sistema fue abatido y desplazado paulatinamente por los avances inevitables de la tecnología. El background sigue existiendo, pero se aplica de una manera absolutamente diferente a la descrita en párrafos anteriores, sujeta a la idiosincrasia personal de cada medio de comunicación: algunos lo emplean al comienzo de la noticia de manera cronológica, a fin de armar una suerte de historia breve; otros optan por invertir el esquema y narrarlo al final, fiel al modelo inicial pero con algunas tergiversaciones implementadas para moldearse a los nuevos tiempos de cambios tecnológicos; y otros la mechan a lo largo de toda la información para ensamblar y cotejar datos modernos con datos antiguos, y entablar una especie de comparación estratégica. Lo cierto es que hoy los modos de redactar en los distintos géneros periodísticos están adheridos a los libres albedríos de las diversas disposiciones tecnológicas, aunque muchos comunicadores y estudiosos del tema sostengan lo contrario. Cada medio creó un nuevo estilo y una nueva manera de redactar, sin estar pendientes a un organigrama gramatical y literario que ya quedó en el olvido.
También es cierto que algunos medios lo reinventaron y cambiaron el orden de la conocida pirámide invertida: las cinco preguntas elementales quizás sean respondidas en la mitad del tratado periodístico y el inicio esté delimitado por lo menos relevante. Pero la lógica que atraviesa a toda la concepción gráfica es que los periodistas y los medios son libres de escribir a su antojo. Sólo es cuestión de dejar volar la imaginación.
EL TIEMPO, UN ENEMIGO DE LA NUEVA ERA
Internet obliga a un tratado y control permanentes de las información abordada: acualizaciones y ampliaciones, principalmente. Esto disminuye el tiempo de producción de una noticia, por lo que muchas veces el chequeo de datos es pobre y el artículo se sube a la Red con bastantes datos sin comprobar, con errores de redacción y, sobre todo, con reseñas puntuales y concisas. Hay que tener en cuenta que la audiencia de hoy está fragmentada. ¿Qué quiere decir esto? Como Internet pone a disposición muchos medios y portales de noticias al libre servicio del usuario, lee un poco de todo: quien antes leía solamente Clarín, por ejemplo, hoy lee también La Nación, Crónica, C5N, Infobae, entre otros, por lo que claramente se perdió la fidelidad a un único medio. Inclusive, medios de comunicación que antes eran específicamente señales de cable de televisión, hoy administran sus propios portales de noticias, como ser el caso de TN y Canal 26, por ejemplo.
Pero el escueto tiempo de producción de una nota obliga además, entre otras cosas, a la precisión de lo abarcado: notas de 8 párrafos o más, muy lineales y claros. El periodista comenta lo esencial y nada más, no se explaya en cuestiones inherentes a la nota porque el factor tiempo se lo prohibe, así qué se limita a realizar algo puntillosamente concreto, pero de calidad, porque sino no va a convocar audiencia. Si bien muchos lectores prefieren las noticias largas para estar debidamente informados sobre un tema en particular, creo en lo personal que el estar bien informado pasa por la calidad de la noticia, sea extensa o breve. Si el contenido es interesante e informa con claridad y profesionalidad, no importa otra cosa. Por lo tanto, a mi entender personal, la brevedad no va de la mano con la calidad. Ésa cualidad la va a pulir o no el periodista encargado de redactar la noticia. Además, creo que como el público hoy es fragmentado, otro medio que aborda una misma nota aporta datos sobre ése tema que otro diario no aportó y complementa y amplia así la perspectiva del público lector. Por eso, me aferro firmemente a la idea de que para que una nota sea buena no es necesario que sea extensa, sino que tenga rigor y calidad periodística, y sobre todo buena redacción.
Internet es un flujo continuo de información que funciona las 24 horas al día sin descanso. A veces no hay tiempo de producir una nota debidamente (ir al lugar de los hechos, recabar datos, realizar entrevistas, etc.) y se recurre a realizar una nota curada. ¿Qué es una nota curada? Es una nota producida a partir de datos de otros medios. Por ejemplo, los titulares pueden ser propios, pero el primer párrafo ser de un medio, las imágenes pertenecer a otro, el tercer párrafo ser de La Nación y el cuarto de Télam, quizás. A su vez, se puede poner un hipervínculo direccionado a una entrevista realizada por otro medio y que el periodista la utiliza para respaldar su postura respecto al tema. Porque la nota curada, a mi criterio personal, rejunta párrafos de otros diarios que definan la postura y la ideología que tiene ése periodista en relación a ése tema en especial, y esto es un recurso muy utilizado hoy en día y completamente lícito. A partir de otras informaciones, se produce una totalmente nueva.
Internet sirvió en la mesa audios y videos, que el periodismo se los expropió para beneficio personal, al igual que las declaraciones que se manifiestan por Twitter o Facebook: se copia, se pega y se deja testimonio directo de un hecho puntual. Esto es un avance. Pero el periodista de hoy tiene que estar preparado para afrontar los nuevos cambios que se vendrán en los próximos años. El futuro está cerca y hay que estar preparados y armados para recibirlo y enfrentarlo de la mejor manera posible.
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