viernes, 27 de mayo de 2016

La piratería: ¿beneficia en parte o perjudica del todo a la cultura?, por Gabriel Zas


Ciber problema

La piratería: ¿beneficia en parte o perjudica del todo a la cultura?

Algunos expertos sostienen que la reproducción de algunos productos culturales sin el consentimiento de su autor es ilegal, pero otros, en cambio, afirman que ésta infracción puede resultar beneficiosa en algunos aspectos

 


            Hoy en día es habitual que muchos usuarios consuman masivamente diversos contenidos culturales a través de los diferentes dispositivos que ofrece la tecnología y, que además, los descarguen sin cargo gracias a un sinnúmero de aplicaciones pensadas propiamente para cubrir tales funciones, pero lo cierto es que esto representa una violación a los derechos de autor, ya que “los empresarios de la industria invierten ingentes cantidades de dinero en garantizar una producción nutrida y de calidad”, y los consumidores ya no abonan un importe por algo a lo que hoy pueden acceder libre y gratuitamente, tras lo que los productores de la industria cultural son la primera víctima, según el texto internet: tensiones e interpretaciones, de Calcagno y D`alessio, incorporado dentro del libro “En la ruta de lo digital”.

            La reserva de los derechos tiene por objetivo que los creadores de las obras obtengan una retribución económica y que una parte de tal sea destinada a las empresas que promueven sus ventas, situación que deja a estos autores como segunda víctima de este fraude digital. Y se desprende a su vez, según datos proporcionados por el sitio web www.derechoaleer.org, que “cada 1000 dólares ganados, el artista se queda con solamente 23”.

            Pero hay artífices de disímiles disciplinas que, si bien son víctimas de ésta  irregularidad, no les molesta porque lo que pierden en ventas de sus faenas lo recuperan con las presentaciones en vivo o con exhibiciones que realizan con entrada abonada, y esto ciertamente les permite redimir, en cierto sentido, lo que pierden al no vender sus creaciones por los medios legales.       

Aunque haya autores, como es el caso de Charly García, que se enojen porque el público filma sus shows y los suben a la Red como si fuese un producto propio del fan, otros se adaptan a esta realidad ciber fraudulenta y buscan la ganancia por otros medios, como es el caso de JAF (Juan Antonio Ferreyra), que la descarga del contenido de sus álbumes sólo se permite si el usuario está registrado y los acredita por anticipado. Y si bien está en la conciencia de cada uno lo que haga en ese sentido, ambas posturas, arbitrariamente criticadas, son aceptadas por la comunidad cibernética y el mundo real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario