¿Las monjas que no son monjas?
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Foto: La Nación |
Las denominadas monjas Misioneras, Orantes y penitentes de Nuestra Señora del Rosario, que quedaron en el ojo de la tormenta luego de que la fiscalía las acusara de encubrimiento al ex secretario de Obras Públicas, José López, pertenecen a una asociación privada de fieles que se encontraba en proceso de convertirse en un instituto religioso, pero todavía no contaba con esa aprobación.
Así lo precisó en diálogo con Télam el presbítero Mauricio Landra, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Católica Argentina (UCA), quien aclaró que “los posibles delitos cometidos por algunos de sus integrantes tienen consecuencias legales y deben resolverse en la Justicia como cualquier ciudadano”.
Hace un mes, apenas producida la detención de López cuando intentaba esconder bolsos con casi 9 millones de dólares en el lugar, el Arzobispado de Mercedes-Luján había emitido un comunicado aclarando que las mujeres integran una “asociación privada de fieles, cuyo gobierno es autónomo” y que había permanecido bajo la autoridad de su fundador, el arzobispo emérito Rubén Di Monte, fallecido el pasado 18 de abril.
Ante la consulta, Landra aclaró hoy que las formas de vida consagrada comunitaria aprobadas por la Iglesia son tres: institutos religiosos (a las que antiguamente se las llamaba "órdenes"), las sociedades de vida apostólica (congregaciones) y los institutos seculares.
En el caso de la asociación privada de fieles como la de General Rodríguez, si bien se desconocen sus estatutos, “estaba en proceso de convertirse” en alguno de esos tipos de vida consagrada, aunque “a veces el paso de los años sin esa confirmación demuestran que no va a ser aprobada”.
Hasta su muerte en abril, Di Monte era quien realizaba el acompañamiento de la asociación y, luego, su sucesor en el arzobispado, monseñor Agustín Radrizzani, debía tener cierta “vigilancia” sobre las religiosas, debido a que su lugar de residencia forma parte de su jurisdicción eclesiástica.
Por otra parte, el especialista en derecho canónico precisó que el procedimiento eclesial “es indistinto al tema de los actos personales y no implica que la asociación quede afectada por eso”.
?Si un consagrado, religioso o sacerdote comete un delito, sus actos tienen consecuencias legales que debe resolver como cualquier ciudadano según el ordenamiento civil, lo que no implica que paralelamente dentro de la Iglesia se tome otro tipo de decisiones jurídicas y canónicas?, indicó.
Al ser consultado sobre si es correcto denominar monjas a las mujeres que viven allí, Landra explicó que esa expresión “se utiliza para las integrantes de institutos religiosos que usan hábito y tienen la característica de la vida de clausura”, pero indicó que en este caso sería más preciso llamarlas “consagradas”.
En el mismo sentido, el director de la revista Criterio, periodista especializado en temas religiosos, José María Poirier dijo hoy -en declaraciones al canal Todo Noticias- que "no son monjas en un sentido técnico, sino que conformaron, por definición del obispo Di Monte, una asociación de fieles que visten como monjas, religiosas o hermanas”.
Aclaró, en ese sentido, que "no constituyen ni una congregación y mucho menos una orden aunque de todas formas, para el sentir popular, desde afuera, son monjas, porque es lo que uno ve".
La postura del Vaticano
El nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig, expresó que la situación de las monjas del convento de General Rodríguez envueltas en el escandaloso caso de corrupción del exsecretario de Obras Públicas, José López, "afecta mucho la imagen de la Iglesia en la Argentina".
A la vez, el representante del Vaticano en el país remarcó que está "sorprendido" por los hechos que ocurrieron en el monasterio y todo lo que sucede en el marco de esa causa por la que la Justicia requirió la citación de la hermana Celia Inés Aparicio, una de las tres religiosas que ayudó a López a ingresar los bolsos con nueve millones de dólares al convento.
Anoche, durante la ceremonia por los festejos de la independencia en la embajada de Francia en Buenos Aires, monseñor Tscherrig admitió que el caso "afecta mucho a la imagen de la iglesia en la Argentina" y añadió que "como corresponde en mis funciones" mantiene informado "en cada momento" al papa Francisco de las decisiones que lleva adelante la justicia en este caso.
Por otro lado, Tscherrig, que es un prelado suizo y tiene linea directa con Francisco, aclaró que no sabía nada de lo que ocurría en ese monasterio y desconocía la relación de las monjas con Lopez u otros exfuncionarios del gobierno de Cristina Kirchner.El nuncio apostólico lamentó toda la situación que está viviendo la Iglesia por este caso y destacó que el obispo de Lujan, monseñor Agustin Radrizzani le informó que los vínculos de las monjas con Lopez estaban a cargo del difunto obispo de Luján Rubén Di Monte.
También el nuncio apostólico repudió estos hechos de corrupción y aclaró: "La Justicia ahora deberá tomar cartas en el asunto e investigar todo, inclusive a las hermanas que estaban en ese monasterio". Las palabras de Tschierrig cobran importancia porque es la primera vez que un representante del Vaticano se expide sobre el escabroso suceso de las monjas involucradas en el caso de corrupción de López.
La Justicia citará a declarar ahora a la religiosa Aparicio que fue registrada por las cámaras de seguridad del monasterio en el momento en que ayudaba a López a ingresar el dinero al convento.
Fuentes: Diario Uno, La Nación
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