martes, 7 de junio de 2016

Decálogo para ser un buen periodista, por Gabriel Zas

Éstas son las cualidades indispensables de las que tiene que disponer un profesional de la comunicación, a mi juicio.




1. Dudar siempre de todo. Si un periodista da por sentado un hecho, limita su capacidad de análisis y queda al margen del rigor que lo compete. Con el tiempo, su credibilidad va a ir en descenso.
2. No quedarse con una única mirada. Para generar un juicio propio, hay que tener en cuenta cómo una misma noticia es enfocada por dos medios totalmente diferentes, y como a su vez, estos abordan el resto de las noticias del día y otras, y cómo instalan y cumplen con su Agenda Setting. A partir de esto, un periodista es capaz de formular una mirada propia e inédita a partir de otras perspectivas.
3. No subestimar al entrevistado. Ante todo, el entrevistado es una persona y se merece todo el respeto. Si le propinamos palabras ofensivas desde el arranque de la charla, lo más probable es que tome sus cosas y se retire. Y nosotros perdimos una entrevista innecesariamente. Al entrevistado hay que tratarlo como a un amigo, con respeto y confianza recíproca. La entrevista no debe verse como tal sino como una charla entre dos personas amigables y cercanas.
4. No discriminar al entrevistado. No se puede dejar de entrevistar a alguien o charlar con alguien simplemente porque piense diferente a nosotros. Toda opinión vale, y debe ser evaluada, escuchada y estudiada.
5. No creerse el mejor. Si un periodista se cree mejor que otro colega o que un tercero, lo más probable es que fracase y se le cierren un montón de oportunidades.
6. Estar bien informado. Esto no implica leer 50 diarios por día, pero sí leer al menos 4 (dos de cada monopolio, si es posible) para tener un panorama general de la realidad y tener una diversidad de opinión y análisis enfocada en la uniformidad de lo cotidiano. Si lee más de 6 diarios por jornada, quizás aparezca mucha información repetida y eso dañe su idoneidad. En cambio, con 4 (me parece un número razonable), sabe lo que tiene que saber, y más también. Y en lo posible, alternar los diarios diariamente: si hoy leyó La Nación, mañana leer Infobae. Si hoy leyó Tiempo Argentino, mañana leer Página 12, por ejemplo.
7. Ser amable. No hay que obligar a la gente a que nos diga cosas que no quiere, hay que respetar su privacidad. Hay que acercarse al otro y ponerse en su lugar para entenderlo, y hablarle como amigo y ser humano, y no como periodista. Aunque resulte extraño, la gente se abre más y podemos obtener muchas más cosas de las que pensamos. Esto también se aplica en el trato entre colegas.
8. No subestimar a otros periodistas. Y si a uno lo critican negativamente, usar esa critica en provecho personal, y mantener el respeto y el trato hacia quien nos atacó. Si entramos en su juego, la gente nos va a ver mal y perdemos credibilidad.

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