Pena de muerte para el fútbol
Argentina y Chile disputaron un partido ampliamente diferente al que abrió el Grupo D de la Copa América Centenario, y también a aquélla Final disputada en 2015. Argentina fue de frente y buscó espacios, se inmiscuyó en el área rival para generar situaciones comprometedoras y dejar de ánimo caído a un Chile que, por su parte, optó por ejecutar un juego sucio y desparpajo; pero ante todo, frenar violentamente la continuidad de Messi en su campo de juego. Y lo consiguió, aunque eso le valiera a la Albirroja una expulsión y alguna que otra amonestación. Y el grave error de Argentina fue caer en ésa tertulia más propicia de un partido de potrero, que de uno de cancha profesional, que también le valió al equipo del Tata Martino la expulsión de Rojo, en una contienda en la que quedó envuelto el chileno Aranguiz y quien, no obstante como consecuencia de su actitud antidisciplinaria, debió ver la tarjeta roja y el árbitro, el brasileño Heber López, lo ignoró. Lo de Rojo no ameritaba la expulsión directa pero el referee así lo consideró, sugerido por algunos jugadores chilenos, lo que causó la indignación del plantel nacional y su posterior planteo.
El árbitro pasó por alto varias faltas cometidas por Chile, a lo que se le suma el incidente en la expulsión de Marcos Rojo y un saque lateral a favor de Argentina, que pretendió sancionar para Chile pero decidió dárselo a la Selección nacional tras una indicación del juez de Línea. Esto, simplemente, pone en dudas un montón de cosas, que se pueden dirimir en base a las situaciones expuestas en el párrafo anterior. No aseguro nada. Sólo lo dejo entrever al libre juicio de cada lector.
Messi jugó muy por lo bajo del nivel que mostró a lo largo de toda la competencia, aunque tuvo algunos momentos de lucidez pero fue demasiado impreciso en muchos otros. Y el errar el primer disparo de la serie de penales no fue casual, a mi libre entendimiento de ver las cosas y cotejar el hecho con otras irregularidades que giran en torno a la Selección Argentina. No pateó con el nivel y el talento que lo hace habitualmente. ¿Metió un golazo de tiro libre frente a Estados Unidos y falló un penal sencillo frente a Claudio Bravo, su amigo y compañero del F.C.Barcelona? Es muy difícil de creer. El fútbol es un negocio que se vende al mejor postor. Hay cosas que no me cierran. El folclore ya se perdió hace rato para mí. A partir de hoy, perdió toda credibilidad y transparencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario