Pérez Corradi: síntesis de la captura del narcotraficante más buscado y su desesperante pedido a la Justicia
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Foto: Clarín |
Apenas vio a los policías con armas largas en la puerta de su casa, la hija de cuatro años de Ibar Esteban Pérez Corradi se tapó la cara con las manos y se tiró al piso. El narcotraficante y su mujer levantaron las manos en señal de tregua. La chica se refugió durante un largo rato en el piso, aun cuando la tensión ya había pasado. Así, sin saberlo, la pequeña hija ya se había convertido en un elemento clave para los agentes de inteligencia que ubicaron a su padre en Foz de Iguazú.
Tres meses atrás, ella sonreía en una simpática foto de jardín de infantes que la mayoría de las familias suelen guardar como un recuerdo invalorable. Estampado sobre su buzo verde, la hija de Pérez Corradi llevaba sobre su pecho el escudo de una casa de estudios privada de esa ciudad brasileña. Esa foto, que circuló por Facebook, fue el primer indicio contundente que detectó la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para perseguir al narcotraficante.
Desde ese momento, los servicios de inteligencia se fueron acercando. Identificaron a su entorno: compañeros, familiares, socios y amigos. Enseguida percibieron una flota de autos de lujo, mayormente con patentes brasileñas. Otro indicio importante para los investigadores fue que la familia se ocultaba durante el día, pero Pérez Corradi tenía una intensa actividad social por la noche, según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales.
El narcotraficante contaba con protección: le pagaba 100.000 dólares por mes a un grupo de la Policía paraguaya para moverse en la clandestinidad, aunque Pérez Corradi tomó algunos recaudos. Según fuentes cercanas a la investigación, el narcotraficante tomó la decisión de someterse a una dolorosa cirugía para "borrarse" las huellas digitales apenas se frustró su detención en febrero. Pagó 50.000 dólares por esa operación.
La solicitud de no ser extraditado
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Foto: Minutouno |
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Foto: Cadena 3 |
Esteban Ibar Pérez Corradi cayó casi ocho años después del triple crimen de General Rodríguez, nombre con el que se conoció al asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina por un ajuste de cuentas relativo al tráfico de efedrina en la Argentina.
El prófugo más buscado de la Argentina fue hallado culpable de ser el autor intelectual del triple homicidio. Según estableció la Justicia, fue él quien contrató a los hermanos Cristian y Martín Lanatta y a Víctor y Marcelo Schillaci para que cumplieran con el encargo.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes estableció que Pérez Corradi ordenó el asesinato porque Forza, Ferrón y Bina competían con él en el tráfico de efedrina, un precursor químico que en la Argentina aún era legal. Ambas bandas aprovecharon la laguna legal para venderla a bandas narco que la utilizaban para la elaboración de de drogas sintéticas de alta valuación en los países de primer mundo.
Se calcula que en esa época compraban el kilo de efedrina a laboratorios chinos e indios a 50 dólares el kilo y luego la revendían a los narcotraficantes (en su mayoría mexicanos) a 4.500. El negocio fue tal que la importación del precursor químico se multiplicó casi por once en sólo tres años, pasando de dos toneladas anuales a más de veinte.
Entre 2004 y 2007, los laboratorios que pidieron permiso para importarla al país pasaron de 1.000 a 6.000. Pero nadie en la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) dio el alerta.
La inacción ante semejante mercado hace creer a los investigadores que existió algún tipo de connivencia política que permitió el tráfico de efedrina. Sobre todo porque muchos laboratorios fueron aportantes para la primera campaña presidencial de Cristina Kirchner.
Todos los indicios apuntan contra un misterioso personaje que en la causa sólo fue mencionado como "La Morsa". Martín Lanatta, uno de los tres prófugos que el 27 de diciembre pasado escaparon de la cárcel de General Alvear, aseguró que el apodo refería al entonces jefe de Gabinete Aníbal Fernández.
Pérez Corradi es un engranaje clave para finalmente determinar si el excandidato a gobernador bonaerense del Frente para la Victoria tuvo o no tuvo algún tipo de vínculo con el oscuro mundo del tráfico de efedrina.
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