miércoles, 15 de junio de 2016

¿Qué secretos esconde el convento de General Rodríguez? (reflexión y opinión), por Gabriel Zas


¿Qué secretos esconde el convento de General Rodríguez?

Ayer salió a la luz una noticia que hizo eco y acaparó el interés nacional de todos los medios masivos de comunicación: José López, ex ceo de De Vido, presumiblemente testaferro suyo, y actual miembro del Parlasur, fue encontrado in fraganti a las 5 de la madrugada cuando pretendía esconder en un monasterio de la localidad bonaerense de General Rodríguez un motín valuado en alrededor de más de 8 millones de dólares. Y aún, según dejaron entrever algunos medios, todavía resta contabilizar una buena parte de todo ése total incautado por la Policía. La detención se produjo a partir de una llamada al 911 de un vecino que vio movimientos extraños desde la ventana de su domicilio particular. Primer punto de inflexión: el horario. Puede que se haya levantado temprano por cuestiones laborales, pero no deja de ser un dato poderosamente sospechoso, aún para el más ingenuo.
                López arribó en plena madrugada al monasterio para deslizar por encima del muro al menos cuatro valijas con todo el “tesoro”. ¿Por qué no hacerlo a henchida luz del día? Si varios representantes de la cúpula K, entre ellos Scioli, según trascendió en las noticias; asistieron en otras oportunidades al convento. Hubiese sido algo más natural. Es decir, que del presente apunte infiero irremediablemente que gente ligada al kirchnerismo tenía vínculos y contactos con alguien de la congregación. ¿Con qué fin? Por ahora, es una incógnita. Además, vale preguntarse indefectiblemente a qué iban allí, qué negocios y entramados escondían o manejaban. Es todo bastante gris tirando a negro. Por mi parte, no me creo para nada el pretexto de “robar para ayudar a las monjas que allí residen” porque es algo demasiado infantil y nefasto. Pero me quedo con una sola palabra de toda ésa frase: robar. Al menos, asumió su culpa y se responsabiliza por los actos cometidos. Pero acá surge otra cuestión: ¿a quién le robó, en realidad? ¿De dónde salió todo ésa fortuna? ¿Y qué tiene que ver concretamente De Vido en todo esto?
              Se supo, además, que López se trasladó hacia el convento en una camioneta de alta gama. Y, de algún modo, ésa operación justifica la portación que la carabina que se le encontró en su poder. Pero hubiera sido otra cosa si se hubiese injertado en un vehículo menos llamativo. Claramente, los puntos que no cierran son muchos y ahora resta esperar la declaración de las monjas involucradas y del vecino que alertó  a la Policía. Que, asimismo, se despliega que el convento no estaba abandonado, como se instruyó desde un comienzo, y que algunas monjas de ahí, según la información divulgada por radio Mitre, tenían previo conocimiento de la visita de José López, ya que habría hecho una llamada telefónica al claustro alrededor de las 3 para notificar sobre su inminente presencia, siempre sujeto a la información brindada por los medios. Entonces, la nebulosa se recrudece cada vez más con cada nuevo dato que mana.  

              Cierro dicha reflexión con una inquietud que me embarga desde ayer que la noticia salió a la luz: ¿éste infortunio tiene inherencia con “La ruta del dinero K”?



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