Sin Messi, Argentina funciona
El folclore del fútbol nos demanda una imposición: sin Messi, la Selección Argentina no funciona, y eso es una idea que la propia masa futbolera instaló en el inconsciente de todos nosotros. Pero estúpido de aquél que lo cree.
Ayer La Pulga no formó parte del plantel porque el médico alegó que todavía Lío no estaba en condiciones favorables para volver a las canchas. Fue reemplazado por Nicolás Gaitán, quien demostró un potencial muy interesante, porque peleó incansablemente cada una de las pelotas hasta el último instante de vida, y superó así la expectativade todo aquél que no confiaba en su rendimiento. No es caso del Tata Martino, imagino, porque si lo elegió a él como suplente del Diez, tuvo una buena razón para hacerlo. Y suplantar a una monstruosidad como es Messi, es un compromiso complejamente desafiante de abordar y de cumplir con el mínimo potencial exigido. Y Gaitán desempeñó ese rol maravillosamente. Hasta me atrevo a afirmar que Martino lo va a considerar entre los futuros titulares en partidos próximos.
Por otra parte, Di María y el resto del conjunto Albiceleste se desenvolvió sin dificultades a lo largo y ancho de todo el terreno de juego. Inclusive, muchos jugadores superaron su ritmo en relación a enfrentamientos recientes y anteriores, mostraron un mejor nivel y mayor predisposición. ¿Sentían presión por la ausencia de Lío? Definitivamente, no. Eso está en su espíritu, son ellos mismos en su total esplendor. Inexorablemente, esto derivó en un juego unificado, que los once guerreros encargados de defender los colores blanco y celeste desempeñaron maravillosamente, y no necesitaron nada más que sus ganas para afrontar dicha batalla con todas sus fuerzas y energías. El mito de que el Seleccionado de fútbol masculino gira en torno a Messi es falso y ayer quedó fehacientemente demostrado. Queda claro que sin Messi, Argentina funciona.
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